parpadeando con rostro poco amigable.
Y aunque no me crean, hago lo que puedo
para que esta sensación no se vuelva habitué.
P/D soy una persona muy negativa, lo asumo.
Pero es innato e inherente a mi persona.
miércoles, 31 de octubre de 2007
lunes, 29 de octubre de 2007
Cuando lo cotidiano deviene en natural
Hablábamos con Iani recién sobre el statu quo de nuestras vidas (hoy levemente sacudido por el beso de Lalola) y recapitulando la charla pensaba que estamos tan acostumbradas a perder, que me pregunto, ¿y si esto no es una mala racha?.
Porque a juzgar por el tiempo que lleva, parece más la vida que nos tocó que una serie de hechos poco fortuitos.
Creo sinceramente que si un día todo esto cambia, el golpe va a ser durísimo.
Y acostumbrarse, nitecuento.
P/D ...se han terminado los días de bien, es moneda corriente en mi vida.
Porque a juzgar por el tiempo que lleva, parece más la vida que nos tocó que una serie de hechos poco fortuitos.
Creo sinceramente que si un día todo esto cambia, el golpe va a ser durísimo.
Y acostumbrarse, nitecuento.
P/D ...se han terminado los días de bien, es moneda corriente en mi vida.
viernes, 26 de octubre de 2007
Vos me decís que no sé que problema podés tener?
Sí, lo sé.
Tenés el mismo con el que te conocí:
creerte un señor feudal.
Tenés el mismo con el que te conocí:
creerte un señor feudal.
jueves, 25 de octubre de 2007
Obviando las partes cursis, dice un par de verdades
All of these lines across my face
Tell you the story of who I am
So many stories of where I've been
And how I got to where I am
But these stories don't mean anything
When you've got no one to tell them to
It's true...I was made for you
I climbed across the mountain tops
Swam all across the ocean blue
I crossed all the lines and I broke all the rules
But baby I broke them all for you
Because even when I was flat broke
You made me feel like a million bucks
You do
I was made for you
You see the smile that's on my mouth
It's hiding the words that don't come out
And all of my friends who think that I'm blessed
They don't know my head is a mess
No, they don't know who I really am
And they don't know what
I've been through like you do
And I was made for you...
All of these lines across my face
Tell you the story of who I am
So many stories of where I've been
And how I got to where I am
But these stories don't mean anything
When you've got no one to tell them to
It's true...I was made for you
Tell you the story of who I am
So many stories of where I've been
And how I got to where I am
But these stories don't mean anything
When you've got no one to tell them to
It's true...I was made for you
I climbed across the mountain tops
Swam all across the ocean blue
I crossed all the lines and I broke all the rules
But baby I broke them all for you
Because even when I was flat broke
You made me feel like a million bucks
You do
I was made for you
You see the smile that's on my mouth
It's hiding the words that don't come out
And all of my friends who think that I'm blessed
They don't know my head is a mess
No, they don't know who I really am
And they don't know what
I've been through like you do
And I was made for you...
All of these lines across my face
Tell you the story of who I am
So many stories of where I've been
And how I got to where I am
But these stories don't mean anything
When you've got no one to tell them to
It's true...I was made for you
miércoles, 24 de octubre de 2007
martes, 23 de octubre de 2007
Hace mucho que no andaba por acá
...y es que realmente estos días no he necesitado hacer catarsis.
Creo que cada día puedo más conmigo misma.
P/D cuando mi hermano Juan me mira y me dice "si te doy un revolver te hago un favor, no?", realmente me emociona.
Te re banco Juan, aunque te tenga que pedir por favor que ordenes, que cocines, que no ronques, que abras las ventanas, que saques la basura, que salgas del depto., etc.
Creo que cada día puedo más conmigo misma.
P/D cuando mi hermano Juan me mira y me dice "si te doy un revolver te hago un favor, no?", realmente me emociona.
Te re banco Juan, aunque te tenga que pedir por favor que ordenes, que cocines, que no ronques, que abras las ventanas, que saques la basura, que salgas del depto., etc.
jueves, 18 de octubre de 2007
A veces me sorprendo de mi misma
Sobre todo cuando logro ponerme bien por pequeñas cosas.
Hoy fui a comer a Plaza San Martín con Iani.
Comimos tarta al sol.
Y me puse de tan buen humor.
Creo que le debo una más a Iani.
Y van...
Hoy fui a comer a Plaza San Martín con Iani.
Comimos tarta al sol.
Y me puse de tan buen humor.
Creo que le debo una más a Iani.
Y van...
miércoles, 17 de octubre de 2007
Saldo negativo el de éste miércoles peronista
A saber:
- tengo una congestión que me hace hablar como Carlitos de Rugrats.
- producto de la congestión anteriormente mencionada, me duele la cabeza, se me paspó la nariz y gasté como $20 en descongestivos y otras chuchas.
- por el mismo motivo, no fui a natación.
- llego a casa y parece Kosovo, con la diferencia que solamente estuvieron Juan y Federico, ergo, tengo una calentura que vuelo.
- la clase de inglés no fue brillante precisamente.
- y para completarla, no puedo bajar Héroes porque la fucking conexión está muy lenta.
Motivos más que suficientes para acostarme YA, 10:07 pm.
- tengo una congestión que me hace hablar como Carlitos de Rugrats.
- producto de la congestión anteriormente mencionada, me duele la cabeza, se me paspó la nariz y gasté como $20 en descongestivos y otras chuchas.
- por el mismo motivo, no fui a natación.
- llego a casa y parece Kosovo, con la diferencia que solamente estuvieron Juan y Federico, ergo, tengo una calentura que vuelo.
- la clase de inglés no fue brillante precisamente.
- y para completarla, no puedo bajar Héroes porque la fucking conexión está muy lenta.
Motivos más que suficientes para acostarme YA, 10:07 pm.
martes, 16 de octubre de 2007
El más peroncho de mis hermanos
jueves, 11 de octubre de 2007
Me gusta. Y mucho.
Tenemos memoria, tenemos amigos, tenemos los trenes, la risa, los bares, tenemos la duda y la fe, sumo y sigo, tenemos moteles, garitos, altares.
Tenemos urgencias, amores que matan, tenemos silencio, tabaco, razones, tenemos Venecia, tenemos Manhattan, tenemos cenizas de revoluciones.
Tenemos zapatos, orgullo, presente, tenemos costumbres, pudores, jadeos, tenemos la boca, la lengua, los dientes, saliva, cinismo, locura, deseo.
Tenemos el sexo y el rock y la droga, los pies en el barrio, y el grito en el cielo, tenemos Quintero, León y Quiroga, y un bisnes pendiente con Pedro Botero.
Más de cien palabras, más de cien motivos, para no cortarse de un tajo las venas, más de cien pupilas donde vernos vivos, más de cien mentiras que valen la pena.
Tenemos un as escondido en la manga, tenemos nostalgia, piedad, insolencia, monjas de Fellini, curas de Berlanga, veneno, resaca, perfume, violencia.
Tenemos un techo con libros y besos, tenemos el morbo, los celos, la sangre, tenemos la niebla metida en los huesos, tenemos el lujo de no tener hambre.
Tenemos talones de Aquiles sin fondos, ropa de domingo, ninguna bandera, nubes de verano, guerras de Macondo, setas en noviembre, fiebre en primavera.
Glorietas, revistas, zaguanes, pistolas, que importa, lo siento, hasta siempre, te quiero, hinchas del atleti, gángsters de Coppola, verónica y cuarto de Curro Romero.
Más de cien palabras, más de cien motivos, para no cortarse de un tajo las venas, más de cien pupilas donde vernos vivos, más de cien mentiras que valen la pena.
Tenemos el mal de la melancolía, la sed y la rabia, el ruido y las nueces, tenemos el agua y dos veces al día, el santo milagro del pan y los peces.
Tenemos lolitas, tenemos donjuanes; Lennon y McCartney, Gardel y LePera; tenemos horóscopos, Biblias, Coranes, ramblas en la luna, vírgenes de cera.
Tenemos naufragios soñados en playas de islotes sin nombre ni ley ni rutina, tenemos heridas, tenemos medallas, laureles de gloria, coronas de espinas.
Más de cien palabras, más de cien motivos, para no cortarse de un tajo las venas, más de cien pupilas donde vernos vivos, más de cien mentiras que valen la pena.
Tenemos caprichos, muñecas hinchables, ángeles caídos, barquitos de vela, pobres exquisitos, ricos miserables, ratoncitos Pérez, dolores de muelas.
Tenemos proyectos que se marchitaron, crímenes perfectos que no cometimos, retratos de novias que nos olvidaron, y un alma en oferta que nunca vendimos.
Tenemos poetas, colgados, canallas, Quijotes y Sanchos, Babel y Sodoma, abuelos que siempre ganaban batallas, caminos que nunca llevaban a Roma.
Más de cien palabras, más de cien motivos, para no cortarse de un tajo las venas, más de cien pupilas donde vernos vivos, más de cien mentiras que valen la pena.
miércoles, 10 de octubre de 2007
Por momentos me pareció impecable
Y aunque no suelo poner este tipo de artículos en este blog, éste tiene todo para ser la excepción.
Pecados capitales
por Mario Wainfeld
“El Señor no nos dijo ‘ustedes pueden matar o no matar’. Pero debemos estar dispuestos a morir.” (Carlos Mugica, 1972)
“Esta lucha es una lucha por la República Argentina, por su integridad, pero también por sus altares (...). Por ello, pido la protección divina en esta guerra sucia en la que estamos empeñados.” (Victorio Bonamín, vicario castrense, octubre de 1976)
---
Un acusado fue condenado, con sobradas pruebas, previo cumplimiento del debido proceso legal. Ninguna institución se sienta en el proverbial banquillo porque el derecho penal de Occidente, cimentado en la presunción de inocencia, sólo admite procesar individuos. No se juzgó a la Iglesia Católica. El ciudadano Christian Federico von Wernich no es castigado por sus pecados (menos por su fe o sus valores) sino por sus delitos.
Los efectos políticos sí que trascienden al reo. Es la tercera sentencia ulterior a la nulidad de las leyes de obediencia debida y punto final. Habrá más tras los trabajosos trámites que impone la preservación de las garantías a los procesados.
Una consecuencia que se irá desplegando es el debate acerca de la responsabilidad, jamás penal pero sí política y hasta moral, de la cúpula de la Iglesia Católica. Casi de volea la comisión ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) emitió un documento, sin duda redactado con antelación. La celeridad fue toda una innovación, el contenido muy lavado y distante, una repetición. La voluntad ostensible fue mitigar la repercusión mediática de un caso con escasos antecedentes en el mundo. Estar presentes en los titulares y en las primeras páginas en función de su pálida movida de ayer y no de su silencio de décadas.
---
El juez Carlos Rozanski le explicó a Von Wernich que su intervención final no era para ejercitar su defensa (trámite ya cumplido) sino para pronunciar algunas palabras. Con sutileza, le subrayó que el derecho siempre le concede la última palabra al acusado. Un paradigma general que cobra insólito vigor en el que caso de quien hizo de la palabra un arma.
El ex sacerdote, con enorme presencia escénica, inquirió cuánto tiempo tenía y eligió como género el sermón. Ni una palabra sobre el hombre sometido a juicio, él mismo. Sí una reflexión sobre el sacramento de la confesión, sobre la historia de la Iglesia, sobre el demonio que acecha en los testigos que odian y (por ende) mienten. La reconciliación, esa bandera que los represores (y sus corifeos) aluden como tapadera de su impunidad, no podía faltar.
Al cronista siempre le impresiona que otro represor, Luis Patti, jamás niega los hechos que se le imputan. Los resignifica, desde el ángulo legal. A los militantes montoneros Pereira Rossi y Cambiasso no los asesinó, los “mató en combate”. Cuando se le reprocha haber torturado se vuelve leguleyo: la causa está prescripta, no hay testigos. En el caso del policía puede imaginarse que algo hay de proselitismo; hay quien lo vota por sus tropelías, no a pesar de ellas. Von Wernich, que no busca votos pero sí otro tipo de adhesiones, hizo lo mismo. No dijo que era inocente, no repasó los cargos, se amparó en los dos mil años de historia de la Iglesia Católica pero jamás habló de una de sus ovejas más negras, él mismo. Dos autoridades citó Von Wernich en su día ante el tribunal. Un texto de San Juan, según los conocedores, el evangelista favorito de Jesús. Y una frase del cardenal Jorge Bergoglio emitida en misa de siete el fin de semana pasado.
---
La frase de Carlos Mugica citada como epígrafe alude a una de sus obsesiones. Siempre decía que estaba dispuesto a morir por sus ideas pero no a matar por ellas. Tamaña opción lo diferenciaba de muchos de sus compañeros, seguramente a ellos les predicaba. Su testimonio contrasta con el de muchos otros sacerdotes y obispos que sí apañaron el crimen, la tortura y la desaparición. Uno al menos, quedó probado, hasta cometió esos delitos.
En estos días memorables, vale recordar que los cristianos (laicos u ordenados) estuvieron de los dos lados del terrorismo del Estado: verdugos y víctimas. La obstinada opción de la jerarquía a partir de 1983 fue obstruir toda forma de investigación o juicio. Muy por debajo del compromiso de sus pares chilenos o brasileños, casi todos los purpurados se consagraron a legitimar y engrosar el discurso de la impunidad. Ningún abogado defensor de los genocidas fue tan persuasivo, tuvo tanta acogida social como la jerarquía.
---
El múltiple homicida portaba un chaleco antibalas que jamás precisó. Nadie alzó la mano, menos un arma, contra él. La única insubordinación del público fueron unos vítores y aplausos en ciertos tramos del decisorio. El presidente del tribunal pidió calma, para cumplir con las formalidades y hasta eso se honró. La dignidad de las víctimas y los militantes de derechos humanos, un clásico en 24 años de democracia, pasó por La Plata.
---
Larga y aciaga es la crónica de los sacerdotes que integraron las fuerzas de seguridad. Vicarios y capellanes castrenses o de la policía fueron, en lo político, primero instigadores luego cómplices. Fue usual que integraran la vanguardia de los genocidas y los cubrieran con relato ideológico-religioso. Fueron punta de lanza en el conflicto con el Movimiento de Sacerdotes del Tercer Mundo (MSTM), con mucha antelación a la dictadura.
Desde 1976, todo se radicalizó, contexto en que brota la cita de Bonamín recordada al comenzar esta columna.
La supervivencia de esos cargos, sufragados por el Estado nacional con nula transparencia e información, es una rémora (reavivada por el caso Baseotto) que la coyuntura habilita para desmontar. La necesaria polémica acerca de las complicidades debería potenciar una modernización de las relaciones entre Iglesia Católica y Estado, muy anacrónica, plena de privilegios no republicanos.
---
Por razones de horario, el tribunal sólo leyó la parte resolutiva de su sentencia. Los fundamentos (“considerandos”, en jerga) se difundirán el primero de noviembre. Hasta entonces no se sabrá en detalle cuál es el alcance de la expresión “delitos de lesa humanidad cometidos en el marco del genocidio” que leyó Rozanski. Las querellas habían pedido que se consagrara el delito de genocidio, no incluido en la legislación escrita argentina. Ningún fallo local lo recogió hasta ahora. Es un punto debatido entre juristas. Habrá que ver el hilo argumental de los camaristas, la primera impresión es que se reconoce la existencia de un genocidio pero se condena por los otros delitos comunes, cuya enumeración ponía la piel de gallina.
---
Fiel a un estilo poco democrático que no suele ser criticado por la prensa, la CEA emitió un comunicado al que no le puso voz ni cuerpo. El texto es breve hasta el laconismo. Da cuenta de un “dolor gravísimo” pero relativa la existencia de los crímenes con el asombroso giro “según la sentencia del Tribunal Federal Oral 1 de La Plata”. Una sentencia es un acto institucional, no una opinión. Como tal, obliga a todos los ciudadanos y a todas las organizaciones no gubernamentales. Von Wernich no es múltiple asesino “según los jueces”, es un homicida a la luz de las leyes argentinas. Llama la atención, proviniendo de quienes reclaman enfáticamente más institucionalidad, que se relativice (casi se ningunee) el valor de un acto de gobierno.
Dos omisiones restallan en el texto. La más grave: las víctimas brillan por su ausencia. Ni una alusión a ellas. Es dable esperar que no se las haya dado por nombradas en las alusiones que sí hay, al “odio y el rencor”.
La segunda ausencia es la mención de las señas personales de Von Wernich, así fueran su nombre y apellido.
---
Habrá análisis jurídicos cuando se conozca el veredicto completo. Seguirán las controversias sobre la figura del genocidio. El Ejecutivo deberá ponerse las pilas y destrabar las designaciones de jueces que tiene muy frenada por desmanejos internos. Para acelerar los juicios en curso, la Corte Suprema deberá asumirse como cabeza del Poder Judicial, burilando una ingeniería procesal que abrevie tiempos sin mengua de las garantías a los acusados. También deberá ejercitar su poder de superintendencia con magistrados que chicanean como si fueran abogados de la defensa.
Con mucho para hacer y corregir, con internas y deudas pendientes, el sistema democrático funcionó. Mucho le debe a la tenacidad, la creatividad y la militancia de las organizaciones de derechos humanos cuya lucha pacífica sigue siendo un ejemplo insuperado.
El acusado, un psicópata de libro en su sermón de diez minutos, no manifestó arrepentimiento, ni siquiera introspección. La institución que todavía lo contiene en sus filas, tampoco.
Pecados capitales
por Mario Wainfeld
“El Señor no nos dijo ‘ustedes pueden matar o no matar’. Pero debemos estar dispuestos a morir.” (Carlos Mugica, 1972)
“Esta lucha es una lucha por la República Argentina, por su integridad, pero también por sus altares (...). Por ello, pido la protección divina en esta guerra sucia en la que estamos empeñados.” (Victorio Bonamín, vicario castrense, octubre de 1976)
---
Un acusado fue condenado, con sobradas pruebas, previo cumplimiento del debido proceso legal. Ninguna institución se sienta en el proverbial banquillo porque el derecho penal de Occidente, cimentado en la presunción de inocencia, sólo admite procesar individuos. No se juzgó a la Iglesia Católica. El ciudadano Christian Federico von Wernich no es castigado por sus pecados (menos por su fe o sus valores) sino por sus delitos.
Los efectos políticos sí que trascienden al reo. Es la tercera sentencia ulterior a la nulidad de las leyes de obediencia debida y punto final. Habrá más tras los trabajosos trámites que impone la preservación de las garantías a los procesados.
Una consecuencia que se irá desplegando es el debate acerca de la responsabilidad, jamás penal pero sí política y hasta moral, de la cúpula de la Iglesia Católica. Casi de volea la comisión ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) emitió un documento, sin duda redactado con antelación. La celeridad fue toda una innovación, el contenido muy lavado y distante, una repetición. La voluntad ostensible fue mitigar la repercusión mediática de un caso con escasos antecedentes en el mundo. Estar presentes en los titulares y en las primeras páginas en función de su pálida movida de ayer y no de su silencio de décadas.
---
El juez Carlos Rozanski le explicó a Von Wernich que su intervención final no era para ejercitar su defensa (trámite ya cumplido) sino para pronunciar algunas palabras. Con sutileza, le subrayó que el derecho siempre le concede la última palabra al acusado. Un paradigma general que cobra insólito vigor en el que caso de quien hizo de la palabra un arma.
El ex sacerdote, con enorme presencia escénica, inquirió cuánto tiempo tenía y eligió como género el sermón. Ni una palabra sobre el hombre sometido a juicio, él mismo. Sí una reflexión sobre el sacramento de la confesión, sobre la historia de la Iglesia, sobre el demonio que acecha en los testigos que odian y (por ende) mienten. La reconciliación, esa bandera que los represores (y sus corifeos) aluden como tapadera de su impunidad, no podía faltar.
Al cronista siempre le impresiona que otro represor, Luis Patti, jamás niega los hechos que se le imputan. Los resignifica, desde el ángulo legal. A los militantes montoneros Pereira Rossi y Cambiasso no los asesinó, los “mató en combate”. Cuando se le reprocha haber torturado se vuelve leguleyo: la causa está prescripta, no hay testigos. En el caso del policía puede imaginarse que algo hay de proselitismo; hay quien lo vota por sus tropelías, no a pesar de ellas. Von Wernich, que no busca votos pero sí otro tipo de adhesiones, hizo lo mismo. No dijo que era inocente, no repasó los cargos, se amparó en los dos mil años de historia de la Iglesia Católica pero jamás habló de una de sus ovejas más negras, él mismo. Dos autoridades citó Von Wernich en su día ante el tribunal. Un texto de San Juan, según los conocedores, el evangelista favorito de Jesús. Y una frase del cardenal Jorge Bergoglio emitida en misa de siete el fin de semana pasado.
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La frase de Carlos Mugica citada como epígrafe alude a una de sus obsesiones. Siempre decía que estaba dispuesto a morir por sus ideas pero no a matar por ellas. Tamaña opción lo diferenciaba de muchos de sus compañeros, seguramente a ellos les predicaba. Su testimonio contrasta con el de muchos otros sacerdotes y obispos que sí apañaron el crimen, la tortura y la desaparición. Uno al menos, quedó probado, hasta cometió esos delitos.
En estos días memorables, vale recordar que los cristianos (laicos u ordenados) estuvieron de los dos lados del terrorismo del Estado: verdugos y víctimas. La obstinada opción de la jerarquía a partir de 1983 fue obstruir toda forma de investigación o juicio. Muy por debajo del compromiso de sus pares chilenos o brasileños, casi todos los purpurados se consagraron a legitimar y engrosar el discurso de la impunidad. Ningún abogado defensor de los genocidas fue tan persuasivo, tuvo tanta acogida social como la jerarquía.
---
El múltiple homicida portaba un chaleco antibalas que jamás precisó. Nadie alzó la mano, menos un arma, contra él. La única insubordinación del público fueron unos vítores y aplausos en ciertos tramos del decisorio. El presidente del tribunal pidió calma, para cumplir con las formalidades y hasta eso se honró. La dignidad de las víctimas y los militantes de derechos humanos, un clásico en 24 años de democracia, pasó por La Plata.
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Larga y aciaga es la crónica de los sacerdotes que integraron las fuerzas de seguridad. Vicarios y capellanes castrenses o de la policía fueron, en lo político, primero instigadores luego cómplices. Fue usual que integraran la vanguardia de los genocidas y los cubrieran con relato ideológico-religioso. Fueron punta de lanza en el conflicto con el Movimiento de Sacerdotes del Tercer Mundo (MSTM), con mucha antelación a la dictadura.
Desde 1976, todo se radicalizó, contexto en que brota la cita de Bonamín recordada al comenzar esta columna.
La supervivencia de esos cargos, sufragados por el Estado nacional con nula transparencia e información, es una rémora (reavivada por el caso Baseotto) que la coyuntura habilita para desmontar. La necesaria polémica acerca de las complicidades debería potenciar una modernización de las relaciones entre Iglesia Católica y Estado, muy anacrónica, plena de privilegios no republicanos.
---
Por razones de horario, el tribunal sólo leyó la parte resolutiva de su sentencia. Los fundamentos (“considerandos”, en jerga) se difundirán el primero de noviembre. Hasta entonces no se sabrá en detalle cuál es el alcance de la expresión “delitos de lesa humanidad cometidos en el marco del genocidio” que leyó Rozanski. Las querellas habían pedido que se consagrara el delito de genocidio, no incluido en la legislación escrita argentina. Ningún fallo local lo recogió hasta ahora. Es un punto debatido entre juristas. Habrá que ver el hilo argumental de los camaristas, la primera impresión es que se reconoce la existencia de un genocidio pero se condena por los otros delitos comunes, cuya enumeración ponía la piel de gallina.
---
Fiel a un estilo poco democrático que no suele ser criticado por la prensa, la CEA emitió un comunicado al que no le puso voz ni cuerpo. El texto es breve hasta el laconismo. Da cuenta de un “dolor gravísimo” pero relativa la existencia de los crímenes con el asombroso giro “según la sentencia del Tribunal Federal Oral 1 de La Plata”. Una sentencia es un acto institucional, no una opinión. Como tal, obliga a todos los ciudadanos y a todas las organizaciones no gubernamentales. Von Wernich no es múltiple asesino “según los jueces”, es un homicida a la luz de las leyes argentinas. Llama la atención, proviniendo de quienes reclaman enfáticamente más institucionalidad, que se relativice (casi se ningunee) el valor de un acto de gobierno.
Dos omisiones restallan en el texto. La más grave: las víctimas brillan por su ausencia. Ni una alusión a ellas. Es dable esperar que no se las haya dado por nombradas en las alusiones que sí hay, al “odio y el rencor”.
La segunda ausencia es la mención de las señas personales de Von Wernich, así fueran su nombre y apellido.
---
Habrá análisis jurídicos cuando se conozca el veredicto completo. Seguirán las controversias sobre la figura del genocidio. El Ejecutivo deberá ponerse las pilas y destrabar las designaciones de jueces que tiene muy frenada por desmanejos internos. Para acelerar los juicios en curso, la Corte Suprema deberá asumirse como cabeza del Poder Judicial, burilando una ingeniería procesal que abrevie tiempos sin mengua de las garantías a los acusados. También deberá ejercitar su poder de superintendencia con magistrados que chicanean como si fueran abogados de la defensa.
Con mucho para hacer y corregir, con internas y deudas pendientes, el sistema democrático funcionó. Mucho le debe a la tenacidad, la creatividad y la militancia de las organizaciones de derechos humanos cuya lucha pacífica sigue siendo un ejemplo insuperado.
El acusado, un psicópata de libro en su sermón de diez minutos, no manifestó arrepentimiento, ni siquiera introspección. La institución que todavía lo contiene en sus filas, tampoco.
martes, 9 de octubre de 2007
Japi berdei Agus! ( y descargo en la posdata)
Casi que me estoy decepcionando
Y la decepción tiene que ver con que las nuevas temporadas de las series que sostienen mi adicción están siendo bastante pedorras y repetitivas.
La Dra. Tancredi fue decapitada, la fuckin´ Meredith Grey me las tiene al plato, la cheerleader otra vez buscando ser normal, etc., etc.
Pero como no hay mal que por bien no venga, quizás sea un buen momento para lograr rehabilitarme.
O para buscar otra serie, como por ejemplo Private Practice, que parece que pinta bien.
P/D quizás este comentario no le interese a NADIE, pero como la idea del blog es que sea terapéutico para mi, lo que piensen los demás MEIMPPPPPPPP.
La Dra. Tancredi fue decapitada, la fuckin´ Meredith Grey me las tiene al plato, la cheerleader otra vez buscando ser normal, etc., etc.
Pero como no hay mal que por bien no venga, quizás sea un buen momento para lograr rehabilitarme.
O para buscar otra serie, como por ejemplo Private Practice, que parece que pinta bien.
P/D quizás este comentario no le interese a NADIE, pero como la idea del blog es que sea terapéutico para mi, lo que piensen los demás MEIMPPPPPPPP.
miércoles, 3 de octubre de 2007
Mi trabajo en sí, no me molesta
Lo que me molesta es la persona que mi trabajo hace de mí.
Es decir, una persona 100% más malhumorada, odiosa e intolerante de lo que habitualmente soy.
Y habitualmente soy imbancable.
Es decir, una persona 100% más malhumorada, odiosa e intolerante de lo que habitualmente soy.
Y habitualmente soy imbancable.
lunes, 1 de octubre de 2007
Aprender a hacer lo que tenga ganas
A veces creo que si todo me importara un poco menos y pensara menos en que hago o dejo de hacer mi vida sería, al menos, más divertida y relajada.
Pero no.
Doy mil vueltas y evalúo mil posibilidades con un sólo fín: convencerme a mi misma de que lo que quiero hacer es lo que se debe.
Ayer dí mil vueltas para dejar una materia. Una materia pedorra del profesorado...
Y hoy la dejé. Pero antes me aseguré de estar convencida de que tenía motivos suficientes para hacerlo.
Así con todo: motivos suficientes y no ganas suficientes.
DE-JA-TE de joder!
El día que me alcance con mis ganas para tomar decisiones, todo va a ser mucho más simple.
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