lunes, 18 de febrero de 2008

Donde todo lo que brilla es oro, parte II

Bueno, acá voy con lo que sigue:
PUERTO ESCONDIDO
Después de probar chapulines (grillos con provenzal, sal y limón) y mezcal (una bebida bastante similar al tequila pero a mi parecer más sabrosa), nos fuimos a la costa oaxaqueña, precisamente a Puerto Escondido. La ruta era una curva tras de otra, así que tuvimos que empastillarnos.
Puerto Escondido es un lindo lugar, pero nada del otro mundo. Bastante yankee dando vueltas, en especial de esos que chupan, brindan y gritan sin motivo alguno. Unos cuantos mayores de 60 también.
La playa de Puerto en sí es medio una cagada: chiquita, sucia, con muchos botes y lanchas. Al lado de Puerto esta Zicatela, que es mucho más linda, con playas anchas, olas enormes donde se hace surf, atardeceres para admirar, etc.
En fin, nada del otro mundo, más prensa que otra cosa.
MAZUNTE
Mazunte esta más o menos a una hora de Puerto Escondido, hacia el sur. La primera vez que fuimos, la idea era estar por el día y volver a dormir a Puerto. Así fue. Pero al otro día volvimos para quedarnos.
El lugar es INCREIBLE, la playa es casi virgen, no hay casi gente y lo único que haces es esperar que la vida pase.
Las chicas durmieron en unas seudo-cabañas sobre la playa y yo en una hamaca paraguaya que colgué en un quincho que había. Muy barato todo.
Ahí en Mazunte fuimos a ver delfines y tortugas mar adentro. Tuvimos suerte: fueron más de treinta los delfines y las tortugas otras tantas.
Mazunte fue de lo mejor que he visto en tierras mexicanas…
SAN CRISTOBAL DE LAS CASAS
Después de Mazunte, partimos hacia Chiapas. Antes de partir pasamos un rato por Huatulco. Huatulco en un lugar donde hay varias bahías con resorts, spa y hoteles de super lujo. La playa es una pileta casi, por no decir una sopa. No conozco Miami, pero me sonaba a Miami.
Y ahí si, nos tomamos el colectivo (camión para los mexicanos) rumbo a Chiapas, precisamente a San Cristóbal de las Casas. Subimos unos dos mil metros sobre el nivel del mar, por lo que cuando llegamos (después de unas 12 horas de viaje), hacia mucho frio.
San Cristóbal esta en plena selva lacandona y es unos de los lugares que ocuparon los zapatistas unos años antes. El subcomandante Marcos es una mezcla de mito y souvenir y lo podes conseguir en forma de llavero, muñeco, remera, etc.
Muchos pueblos indígenas se mezclan entre si y los dialectos del tipo tzotzi, tceltal y lacandon están a la orden del día.
Por las calles de San Cristóbal, casi todas de ellas empedradas, anda mucha gente todo el día. Y la gente que camina por San Cristóbal en bastante más pobre que la que camina por otros lugares. Chiapas es el estado más pobre de todo México y la necesidad no tiene cara de hereje, sino de chicos y grandes que en muchos de los casos no hablan español.
El día que llegamos era el Día de San Valentín, día del amor y de la amistad y por la noche hubo un festival en el Zócalo donde tocaron artistas locales, bailaron, sortearon premios, etc.
Muy, muy lindo San Cristóbal. De esos lugares en donde podes pasar años y años.
SAN JUAN CHAMULA
Unas de las tardes en San Cristóbal nos tomamos una combi y nos fuimos a San Juan Chamula, un lugar que varios nos habían recomendado y que queda a solo 11 km.
Si San Cristóbal era pobre, San Juan era pobrísimo. En la plaza de enfrente a la iglesia había un mercado, pero no de los que veníamos viendo en otros lugares, sino uno donde a primera vista solo veías miseria.
Y después tenías la iglesia, que fue de lo más impresionante que he visto, acá y adonde quiera que haya ido.
Antes de entrar te cobran unos dos dólares y te dicen que no podes sacar fotos, así que se van a tener que hacer unas idea de mi relato porque no hay imágenes que lo sostengan.
Al entra lo primero que ves son velas por todos lados, gente en el piso que reza en dialectos originarios y la primera sensación es la de sentirse perdido, la de no pertenecer a ese mundo que dista mucho del que se vive cuatro paredes hacia fuera.
Ahí sentí por primera vez lo que es vivir en occidente, modernidad mediante. Nada de lo que pasaba ahí tenia que ver con mi vida ni con la de ninguno de ustedes.
Estaba más cerca del imaginario sectario que otra cosa.
Vimos gallinas sacrificadas por gente que tomaba Coca Cola mientras prendía vela tras vela.
Y era una iglesia católica, aunque cuesta pensar que esa gente sea católica en la forma que el colegio me hizo entender el catolicismo.
PALENQUE
Desde San Cristóbal fuimos a Palenque, pasando por el camino por Agua Azul y Misol-ha, que son unos saltos de agua que en realidad son una cagada. Pensaba que si los que nos llevaron a visitar esos lugares conocieran las cataratas les devolverían la plata a cada unos de los turistas que fueron.
Y llegamos a Palenque, un sitio arqueológico en plena selva lacandona donde dejamos de aprender sobre aztecas, zapotecas y otras chauchas para conocer a los mayas.
Y al llegar te olvidas de la cagada que son Agua Azul y Misol-ha, porque el lugar es increíble, de un increíble distinto que Mazunte y San Cristóbal.
Las ruinas son enormes y el marco de la selva que las rodea hace del lugar algo único.
A diferencia de Teotihuacan (las pirámides cerca del DF), estas no están reconstruidas o reparadas. Todo lo que ves fue hecho por Pascal y su gente.
Te metes y te metes por la selva y las construcciones no se terminan nunca y pensás que ningunos boludos los mayas.
Pasamos la tarde en las ruinas y antes de seguir camino fuimos a unas cabañas en un lugar llamada el Pachán, a escasos metros de la entrada al sitio arqueológico. La idea era pegarnos un baño y seguir, por lo que sacamos pasaje para esa misma noche. ERROR. Tendríamos que habernos quedado a vivir, porque ha sido de los lugares más maravillosos que he visto. La selva se te cae encima de una forma tan increíble que es imposible no disfrutarlo. Tan impresionante que estaría dispuesta a renunciar a Lost y a todas mis adicciones por seguir ahí. Pero bue, todo lo bueno tiene un final y nos fuimos.
PLAYA DEL CARMEN
De Palenque a Playa del Carmen en una noche y con un mundo de por medio. La riviera maya no tiene nada de maya a simple vista.
Playa en una mezcla de Punta del Este y el centro de Martínez, en provincia de Buenos Aires. No faltan los puestos en las esquinas y un par de locales medio pelo, pero son los menos. Aun cuando es muy turístico, es un lindo lugar y bastante agradable. Los yankees que gritan también están acá pero nos han dicho que la casa central de reunión es Cancún.
Ayer fuimos a Tulum, que es el único sitio arqueológico que esta a orillas del mar Caribe. Y solo eso me pareció especial, porque casi eran un puñado de escombros.
Estamos en uno de los pocos hostels que hay en el lugar, donde nos encontramos con un grupo de argentinos con los que mañana vamos a Chichén Itzá. Y realmente me siento en casa, por lo que me olvido que estoy a una cuadra del mar Caribe. De hecho hoy salí recién después del mediodía.
Y sólo nos queda pasar por Cancún para decir “conozco Cancún” y dormir en Isla Mujeres alguna noche.
Así que la última parte de este breve pantallazo será desde DF o ya en Buenos Aires.

saludos,
yo

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hete aqui que descubro una cronista de aquellas en cada uno de tus relatos. Coincido desde el recuerdo en las sensaciones que provoca la selva lacandona, los increíbles ojos de esas mujeres tzoztiles y el darse cuenta de que, caramba, hubo gente brillante en este continente antes de que llegáramos y lo arruináramos todo.
Largo disfrute en tierras mexicas, abrazo enoooorme

Mechi

carlos dijo...

bien, mechi.... estoy con vos... de a ratos no me hacen falta las fotos... creo que lo que imagino (de acuerdo al relato) es bastante parecido a lo que es... bueno... es lo que creo... pero en serio, me gusto tu relato.. creo que se merece la parte III en méxico, no en bs.as.
beso grandeeee

La Lola dijo...

Juli, me pone muy feliz q lo estés disfrutando tanto!Impecable redacción, no sé qué pensará Sanles, para mi está perfecto.
Frases como "ningunos boludos los mayas" me recuerdan porque soy tu amiga.
Te quiero.