Donde todo lo que brilla es oro, parte III (y última)

Y ya volví.

Y no puedo creer estar sentada en microcentro.

Mi rutina volvió a ser lo que era, previa actualización de Lost.

A los que entraron al blog a ver que onda el viaje, les debía la última parte. Acá va:

CHICHEN ITZA

Desde Playa del Carmen tomamos un tour para conocer una de las maravillas del mundo moderno. Debo decir que al principio pensé "Esto es pura prensa, al lado de Palenque no existe".

Sin embargo, más entrada la visita podés ver que Chichen Itza está enterito, que los bajorrelieves no se puede creer como están conservados, que el Juego de Pelota es impresionante, que los tipos eran unos capos astronómicamente hablando, etc.

De todas formas, me quedo con Palenque.

CENOTE

Desde Chichen nos fuimos a un cenote. Un cenote en un hoyo en la tierra producto de un meteorito donde se formó una laguna de agua dulce. Es decir, es como una pileta de agua dulce, fría, que está por debajo del suelo, lo que permite que veas las raices de los árboles colgando cual cortinas.

Muy bueno la verdad, parecía una imagen de la Historia sin fin o Narnia. Además ese día hacía como mil grados, por lo que fué optimo el chapuzón.

VALLADOLID

Antes de volver a Playa, pasamos por esta ciudad, que para ser sincera, ni vi.

Tenía un sueño como para veinte mil. Lo único que creo recordar es que ahí está la iglesia católica más antigua de México.

Y listo, se acabó lo que se daba.

No hubo Isla Mujeres y Cancún de pasadita para volver al DF.

Después San José, Lima y Buenos Aires.

La verdad no me puedo quejar. Todo IN-CRE-I-BLE.

La próxima, Colombia y Venezuela.