jueves, 13 de octubre de 2011

De cuando me creí muy guapa

Miércoles, 17.30. Me llama Martha y me dice “Juli, estoy viendo la bici que te robaron! Está en un biciestacionamiento de Reforma 222 (un shopping)”. Le digo “y que hago????”. Me dice que me vaya para ahí, que ella no se mueve hasta que yo llegue. Le digo a mi jefa que por favor me deje ir antes, que parece que está mi bici, bla, bla. Accede y me las pico.
Tardo como 45 minutos y cuando llego ahí está, mi bici, atada con candado, en la puerta del centro comercial. Martha ahí y todos los de seguridad al tanto. Martha me dice que le dijo el jefe de seguridad que tenemos que esperar hasta las 23hs., que es el horario de cierre, a ver si aparece el dueño. Hasta ahí no teníamos plan, sólo esperar. A todo esto nos dice el de seguridad “No se ubiquen cerca de la bici POR SEGURIDAD”.Yo a esta altura me sentía en La ley y el orden.
Perfecto, nos sentamos en un café desde donde la veíamos. Pongan que eran las 18.30 cuando nos instalamos en la mesa. Nos ponemos a pensar que hacemos cuando aparezca y pensamos que no necesariamente el que la tiene es el que la robó, que puede ser que la haya comprado. Entonces el plan era: cuando apareciera el susodicho (que determinamos que era hombre porque el asiento de la bici estaba muy alto) le íbamos a decir que la bici era mía y que me la habían robado 3 semanas atrás, que queríamos saber como la había conseguido. La idea era que una vez que viniera el pibe, llamáramos a la policía y que se la llevaran hasta que se aclarara el tema.
Tipo siete y pico cae Beti, a hacer el aguante. Oooooobvio hacía frío, yo sin campera, con hambre, con sueño, como nene chico…
En el medio de la espera llaman Rubén, Jano, Oscar…. Y se van enterando del tema. Otros que no llamaban estaban al tanto del tema gracias al invento del difunto Steve Jobs que posee Martha y a sus ganas de comunicar nuestra aventura. Creo que hacerlo saber al resto tenía parte de demostrar que podemos ser “valientes y osadas” o algo así, no sé muy bien.
Tipo 21 el tipo seguía sin aparecer. La seguridad del lugar cambiaba de turno y todos se ponían al tanto de nuestra situación. En un momento Martha cree ver que la van a desatar y corremos las 3 y el pibe desata la de al lado… Falsa alarma. Cuando volvemos a la mesa, un pelado que estaba con su Mac y que no tenía ni puta idea porqué corrimos nos dice “Estaba a punto de dejar la compu e ir a ayudarlas!”. Yo creo que tanto él, como los del bar, creían que estábamos esperando agarrar al novio de alguna cagándola con otra. Digo, 3 mujeres, sentadas esperando hace horas, que cuando ven un movimiento extraño corren…. No suena muy normal que digamos.
Un rato más tarde vuelvo a hablar con Oscar, que es amigo de Israel, el que me vendió la bici. Me dice “Vamos a preguntarle si tiene la factura de compra”. Me pasa el número, lo llamo e Israel pone a su novia Emilie a buscar la bendita factura. Y Emilie la encuentra. Pero en la misma no figura el código que traen las bicis en el cuadro. Sólo dice en el detalle, “1 Barracuda Shimano”. Me dice Israel que le avise, que me da la boleta. Le digo que me espere hasta las 23 a ver que pasa.
A eso de las 22.30, cuando ya baaaaaasta, Martha se acerca a hablar con el nuevo de seguridad y hablando de cómo seguíamos nos dice, muy campante “Esa bici lleva semanas ahí estacionada”. WTF?????? Me estás cargando?????? O sea, si hace semanas que nadie la saca, porqué mierda no nos decís antes genio! O realmente creés que va a aparecer ahora que lo esperamos?. No la podíamos creer.
Negociamos que la bici esa noche no se mueve de ahí, que la van a controlar (quien puta la va a buscar justo ahora papi!) y que hoy jueves a eso de las 14 volvíamos con la boleta más fotos nuestras con la bici a modo de pruebas, a ver si nos la dan. Les dejo mis tels. por cualquier cosa.
Hoy de mañana tratando de conseguir más fotos. Llamando a una gente de Veracruz con la que hicimos un circuito a ver si tiene más imágenes para mandarnos que nos sirvan de prueba, negociando con mi jefa la tarde libre a cambio de pagar unas cervezas si la recupero… Mientras, Martha busca fotos de la bici en Internet y se entera que es un modelo importado, que no es fácil de conseguir acá. Y en una foto aparece la bici sin unos stickers que la mía tenía y que eran uno de los indicios de que era mi bici. Hasta ahí todo bien, haaaaaaaaaaasta que vemos que el asiento original que trae la bici es el que tenía la que estaba estacionada. Y yo se lo había cambiado… Entonces, el que se la robó le cambió el asiento y le puso el original? mmmmmm, hacía agua el tema, pero decidimos, de manera consensuada con Martha, obviar el punto, seguro había alguna explicación.
Le había pedido a Oscar que nos acompañe hoy, porque si los de seguridad estaban metidos en la mafia del robo de bicicletas, no quería ir sola. Así que a las 14.30 nos encontramos los 3 en el centro comercial, con nuestras pruebas. Obvio antes, sin poder dejar de lado mi costado dramático, le dije a mi compa de oficina y a papá que si aparecía en una zanja los hacía responsables de que en mi tumba se leyera “la burra no era arisca, la hicieron”.
Nos mandan a hablar con uno de los que ya habíamos hablado ayer y ese nos dice que el que nos va a decir como proceder es el jefe de operaciones. Viene el tipo, le explicamos y nos dice que sí, que hace mínimo 2 semanas que la bici está ahí. Mira las fotos y la boleta de compra y accede, que nos la podemos llevar, pero que tenemos que dejarle copia de la factura, las fotos, copias de nuestros documentos y una carta escrita por mi diciendo que me dieron la bici. Entendible todo, el tipo se quería cubrir por si llegaba otro a reclamarla.
Vamos a hacer las copias sintiéndonos triunfadores, volvemos, le damos los papeles y en un solemne acto cortan la cadena y me dan la bici. Y nos vamos a comer, para festejar.
En el comedor chino repasamos los hechos y Oscar, que no había entendido lo del asiento, empieza a dudar…. Y empezamos a ver que hay cosas que no cierran. Y nos entran las dudas de si es mi bici o no. Y listo, sembrada la duda les digo que ante la falta de certezas no me voy a quedar con una bici que puede no ser mía, porque sería como robarla. Oscar tiene la brillante idea de que vaya al lugar donde se compró y les pregunte cual es el código de la bici que se vendió ese día y lo compare con el que figura en el cuadro. Si coinciden es mi bici, si es distinto, es la bici de otro.
Me voy hasta el lugar y el pibe del local me dice que no tiene registros, pero que las bicis se vendieron tal cual está la que tengo, con los stickers y ese asiento… Entonces, si robás una bici, le cambiás las cosas y le ponés originales????? mmmmm, agua de nuevo. Pero estaba el tema de que hacía días que estaba ahí, días que coincidían con el robo de la mía.
Empiezo a caminar y llamo a Oscar. Y no podemos resolver mucho. Puede ser que sea la mía, puede que no. Y le digo que ante la duda la voy a devolver.
Y vuelvo a la plaza comercial y le digo a los tipos que mil disculpas por hacerles perder el tiempo, pero que hay detalles que tiene la bici que la mía no tenía y que como no estaba segura de que fuera mi bici, no me la podía llevar. Porque además nos ponía a todos en problemas. Los tipos, muy macanudos, me agradecen y me piden mi tels. Por cualquier cosa. Se los dejo y me vuelvo caminando. Y oooooobvio llueve.
Para no hacerla más larga, sigo a pata y perdimos horas en una cruzada que sirvió sólo para reafirmar que los años en la escuela de monjas dejaron rastro en mí y no permiten que hacer algunas cosas me chupe un huevo.
Largo al pedo el cuento, pero bueno, nada más que decir.

p/d Infinitas gracias a Martha, Oscar, Beti, Israel y a todos los que se ocuparon/preocuparon.
p/d2 Probablemente piensen que soy una gorda bobeta. Yo también lo pienso.

6 comentarios:

La Lola dijo...

Brillante, de México a la Ley el el Orden sin escalas. Cuando vengas a Argentina te compro un monopatin, le ponemos un chip, un GPS y un identificador biométrico y sanseacabó carajo!

Anónimo dijo...

definitivamente cambio su dinero a rupias.... MALDITAS RUPIAS!!!!

Beatriz dijo...

Vaya, como que la integridad no siempre te hace feliz, pero te mantiene digna. Y eso vale más que una bicla.

marthajarquin dijo...

Oye babosa, eres muy honesta pero egoista, como que no sabes porqué lo comuniqué,si tú te hiciste acompañar para recoger la bici por miedo a la banda de robabicis. Yo estuve 1 hora sola resguardando tu bicicleta y esperando que llegara un posible ladrón al que iba a enfrentar, mínimo que mis amigos se enteraran donde estaba para que llegaran refuerzo o ya poniéndome trágica a recoger mi cadáver

carlos dijo...

a ver a ver.. hay algo que no me termina de cerrar... no se bien qué es lo que no coincide con la original.. no sería el caso del asiento, que sólo se sube.
pero... pensá si no fuistes a ese shopping cuando se te perdió.. porque si hace días que está ahi... va a seguir estando y nadie deja una bici a la deriva...
sólo nosotros (te acordás que ya nos pasó????.... contestame. no todo está perdido...
ah... y saludos a la logia que te hizo el re-aguante.

Mechi dijo...

Una crónica 100% Juliana, increíble prosa.La leímos en familia, como si estuvieras aqui contandolo, copa de tinto de por medio.